–Déjala a ella que sea pájaro –dijo
el padre, contemplando su disfraz de plumas.
–Volará hasta el cielo y ya no
regresará –vaticinó angustiada la madre.
Se oyó un revoloteo tornasolado y
el palomar comenzó a vibrar en clave de si. Dos blancas figuras se acercaron
arrullando a los padres de Violeta.
–Bueno, ¿viene con nosotras o no?
Su hija avanzó a saltitos portando
un papel y agitó las alas entusiasmada.
–Y pensar que fueron una especie tan
prolífica y ahora tienen que reclutar mensajeros entre los humanos...
Describiendo un perfecto círculo
celta en el aire, la niña gritó: ¡Jerónimo!
Que bonito... con que sentimiento escribes.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuete,
Tulipán
Muchas gracias, Tulipán!!! Es que con la crisis hasta las palomas tienen que buscar mensajeras...
ResponderEliminarUn abrazo también para ti!!
Ricardo
Hola. Te dejo entrada a mi blog. Estoy haciendo una iniciativa que puede resultarte interesante.
ResponderEliminarSe llama Despojos del REC, y es un lugar donde más de medio centenar de autores de microrrelatos están dándonos la posibilidad de leer esos microrrelatos que no llegaron a pasar la criba.
La iniciativa se realiza mediante facebook. en mi blog encontraras las bases.
http://espiralesdetinta.blogspot.com.es/2012/12/61-cuenta-atras.html
Un saludo.