Si lo lleva el
bufón, es un gorro de borlas
Sobre los
hombros de su señor, un título hereditario.
¡Cómo se reían
ayer las pudientes calaveras de las bromas del gracioso!
El
poder del bufón, esa risueña arma intemporal
En las
carcajadas que arranca está su filo,
su metralla sin pólvora en sus acrobacias.
Ríe, salta, haz
mil muecas y brilla más que tu señor, querido bufón
Ojalá pueda
algún día reírme del poder tan bien como tú.
Ricardo, genial. Me acuerdo de la excepcional película de Danny Kaye "El bufón de la Corte". El poder de la risa, del humor, de la alegría siempre perdura, es eterno, es el poder del corazón. Todo lo demás queda aquí, coronas, títulos, monedas, posesiones... Una buena invitación para anclarnos en los verdaderos valores. Gracias!
ResponderEliminarAh, por cierto, cambio de imagen en la portada del blog! Magnífico, volviendo a Italia. Ascendiendo al cielo, desde las aguas de la Fontana de Trevi en Roma hacia los espacios infinitos. Un inicio de otoño con otra vibración, en todo caso es una invitación al crecimiento y a la expansión.
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