Toda visión del mundo es una mera cuestión de interpretación lingüística. Por ejemplo, si un estadista se apropia de la palabra “confín”, seguramente la desvirtuará hasta convertirla en instrumento coercitivo, en herramienta aberrante de restricción de libertades. Sin embargo, démosle a un poeta la palabra “confín” y nos compondrá con ella versos universales en los que hallaremos ilimitada libertad. Charles Baudelaire hace lo propio en su poema “El viaje”, donde dice:
“Y nos marchamos siguiendo el ritmo de las olas, meciendo nuestro
infinito sobre el confín de los mares”.
Pero además de equiparar el
vocablo “confín” a sensaciones de infinito, el gran autor del Simbolismo francés nos regaló otro
maravilloso poema, “Elevation”, que nos
insta precisamente a “elevarnos” sobre las miserias de la existencia. Leído
hoy, es como si Baudelaire lo hubiera escrito pensando en estos nada poéticos tiempos
donde los antifaces no forman parte de ningún glamuroso baile de máscaras y en
los que el sentido del humor ha sido reemplazado por la desconfianza más cerril.
Se lo dedico a quienes, al igual que yo, cada día amanecemos más simbolistas y menos
conectados a la desfigurada realidad oficial…
Elevación (Élévation)
Charles Baudelaire
Por encima de los estanques, por encima de los
valles,
Sobre montañas y bosques, sobre nubes y
mares,
más allá del sol, más allá de los éteres,
más allá de los confines de estrelladas
esferas.
Te desplazas, espíritu mío, con agilidad
y como hábil nadador que desfallece en las
olas,
alegremente surcas la profunda inmensidad
con voluptuosidad indescriptible y masculina.
Aléjate de estos mórbidos miasmas,
sube a purificarte al aire superior
y bebe, como puro y divino licor,
la luz clara que rellena los límpidos
espacios.
Detrás del tedio y de la enorme tristeza
que abruman con su peso la brumosa existencia,
¡Afortunado aquel que puede con vigoroso
aleteo
lanzarse hacia los campos luminosos y serenos!
Aquel cuyos pensamientos, como si fueran
alondras,
hacia el cielo matutino emprenden libre
vuelo,
¡quien planea sobre la vida y comprende sin
esfuerzo
el lenguaje de las flores y de las cosas
mudas!
Autor: Charles Baudelaire
Versión en español: ©Ricardo José Gómez Tovar
Cuán cierto, Ricardo, la apropiación de ciertas palabras - sobre todo en política - ha sido algo muy común y, sin embargo, poco analizado por la gente. Por eso es importante una cuota de reflexión crítica incluso respecto a quienes (creemos) que nos representan ideológicamente. La manipulación más barata está a la orden del día.
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