LA CASA DE LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES

lunes, 26 de septiembre de 2011

Invierno en Camelot

Si imploro a una plúmbea nube, ésta me promete un azul raso
Si el aire gélido inhalo, éste me embriaga con el néctar de mayo
Pronto despertará otra vez Arturo, buscando libar, buscando el Grial
Camelot surgiendo de entre las brumas, derretida la nieve en azahar
De la Redonda Tabla el manto retiraremos, fíltrese la luz por sus recovecos
Arturo, rey de nuestros sueños, oficiará en Primavera el Adviento
Sir Gawain, el Verde Caballero, decretará que las plantas se abran
Y el mago Merlín, con su nívea barba, la retirada de la nívea capa
Fiel Lanzarote, las llamas de tu pasión en estado de flor
Apágalas a tiempo o la luz de mayo te hará proscrito en Camelot
Hermosa Ginebra, hija de Leodegrance, ciñe con rosas tu corona real
de espinas purificada, como si aún fueseis cifra par
La artúrica Corte de un hilo pende, en peligro mortal de eclosión

Si tan solo volviesen las nieves, las nieves a Camelot
Mágico Merlín, suspende el estío, conjura el calor
Si tan solo volviesen las nieves, las nieves a Camelot
Oh, abstraído Arturo, traicionado en plena floración
Si tan sólo Lanzarote no hubiese pisado jamás la tierra de Albión
Oh, febril Ginebra, tus labios sostienen la paz de un reino
En ellos bebió Arturo un dulce vino, para su Tabla mortal veneno
Si tan sólo volviesen las nieves, las nieves a Camelot
Azul raso, néctar de mayo, tristes desterrados por un filtro de amor 

1 comentario:

  1. ¡Qué bella poesía!
    Además admiro su ritmo, su lenguaje, su halo de romanticismo...

    Miriam

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